Encendida llama
acaloras al conjuro del amor,
resuéna la palabra
de hechizo ardiente
camino a la senda de la luz.
Busco aquella estrella luminosa
vestidas sus puntas de azul infinito,
allí dejaste la huella de tu beso,
dulce beso,
lo recojo y siento en mi morada.
Amor, vistes mis sentidos
con tu belleza,
de placer eterno.
Se siente este amor
entre hojas verdes,
envolviéndose,
en la luz de cien primaveras.
Veo en tu mirada
una sonrisa que canta,
la brisa contagiada
abanicándo tus pupilas temblorósas.
Unidos mi corazón y tu alma
se elevan en canto
con estrofas de hermosura
de este cristalino amor.
La flor azul mascada lentamente
levanta un amanecer
de alas en silencio,
de besos en espera,
cantos encantados
de manos amasando el barro,
hecho corazón,
y se bebe una lluvia de amor
con los ojos de la ternura.
20-5-2017