ADANS BECMAN

A TÍ, AMIGO, Miguel Hernández.

Tus palabra son eco

en mi corazón que te llama

tus poemas son manantiales

que brotan en mi alma

y te llamo desde dentro

donde el Niño Yuntero ara

la tierra, cebollas para alimento...

Cae el rayo y abrasa, tu amor

en las cárceles de sufrimiento

tu mirada en los cristales

sin ver la luz, esperando el día

pastor de montes y umbrales

la muerte te visitó temprano

y rodaste por el suelo

y alimentas ortigas y caracolas

en una tumba triste y fría

en un cementerio abandonado

en una ciudad, que

te hacen monumentos

los mismos que te mataron

y en horizontal nos quedamos

masticamos, la tierra por alimento

ya está el trigo sembrado

las lluvias tempranas

a esperar, la  primavera  y el verano...

Y de tu lecho helado

brotaran los versos

como espigas nuevas

llenando el granero

espero verte algún día, amigo

y fusionar, un poema contigo

hasta entonces te recuerdo y lloro

Miguel Hérnandez, contigo...