Tus palabra son eco
en mi corazón que te llama
tus poemas son manantiales
que brotan en mi alma
y te llamo desde dentro
donde el Niño Yuntero ara
la tierra, cebollas para alimento...
Cae el rayo y abrasa, tu amor
en las cárceles de sufrimiento
tu mirada en los cristales
sin ver la luz, esperando el día
pastor de montes y umbrales
la muerte te visitó temprano
y rodaste por el suelo
y alimentas ortigas y caracolas
en una tumba triste y fría
en un cementerio abandonado
en una ciudad, que
te hacen monumentos
los mismos que te mataron
y en horizontal nos quedamos
masticamos, la tierra por alimento
ya está el trigo sembrado
las lluvias tempranas
a esperar, la primavera y el verano...
Y de tu lecho helado
brotaran los versos
como espigas nuevas
llenando el granero
espero verte algún día, amigo
y fusionar, un poema contigo
hasta entonces te recuerdo y lloro
Miguel Hérnandez, contigo...