galision

Reina y Madre

 

La dama me llamo ruiseñor;

Si, la que tiene la piel morena,

La de voz suave, melodiosa,

La de ojos que cautivan,

La de caminar de paloma,

La de cuerpo cimbreante

Cuando camina a la luz de la luna.

Si, amigos, la que no se anima

A decirme: te quiero.

Y es cierto no podrá.

Esa frase le pertenece a otro.

Al dueño de su cintura,

Al que le mira en los días

De fiestas nocturnas de alcoba

Y le acaricia los labios

Antes del beso tierno, suave

Levantando el mentón,

Para extasiarse entre sus cabellos.

Y murmurar alguna letanía

Que se dice a las diosas.

También me llamó poeta.

Es el privilegio de la distancia

Es el anhelo cercano y distante.

Poeta, yo? Soy solo el perdido

Entre la nube de sus verbos

Jamás pronunciados.

Jamás esperados, pero cantados

En las noches ya sin luna.

Si. Me llamo ruiseñor,

Me llamo poeta,

Y viajero con destino

Que ya se hace muy lejano.

Gracias, dueña de la corona

De REINA Y MADRE.