No trato de superar a los que me preceden,
es vano medir el valor de la poesía,
no existe baremo ni cuantía,
para expresar lo que los poetas sienten.
Da alegría ver que el amor no se apaga,
con el vamos aplazándo la muerte,
somos agraciados con la suerte,
de que con besos y caricias el amor se paga.
Vivímos dando gracias a la vida,
cantémos pues al nuevo día,
y no temamos al penúltimo ocaso.
Cada mañana es una alegre bienvenida,
la vida es contra la muerte una porfía,
y la vida sin amor es un fracaso.