¿Y dónde fueron a parar?
¿Dónde las llevó el pensamiento?
Ahí, en la memoria,
en libros amarillos,
en los recuerdos.
Y se han ido.
No están.
Palabras que endulzan el alma,
dialectos oscuros que atormentan,
palabras que emergen sin pensarse:
¿Dónde están?
... en tumbas,
en avisos,
en procesiones se ven.
¿Dónde están las que susurré al oído?
¿Las que dije al pasar,
sin pensarlas?
Muchas grabadas en tinta
sobre mil páginas,
otras talladas
en árboles urbanos.
Muchas prendidas
bajo la epidermis
y sobre los sueños,
o bien, detrás del alma.