La noche ha caído y en ella llegan los recuerdos de un amor, un amor que se ha marchado, los días pasan y mi alma se aferra a un pasado donde mi vida tenía felicidad, pero hoy que te he perdido sólo quedan esos sueños que mi corazón no pudo cumplir.
Quizá hoy caminas de otra mano, quizá ya no queda un recuerdo de mis palabras en tu mente, pero aquí sigo luchando en está soledad donde miro al cielo y un te extraño sale de mis labios, ya no puedo seguir viviendo, y mi alma triste sabe que sin ti poco a poco iré muriendo.
Porque cada segundo que marca mi reloj es una nueva condena que me ata a este dolor que consume cada parte de mi ser, tal vez yo tuve la culpa de haberte perdido, pero hoy me doy cuenta que tú eres mi felicidad, ya nada importa hoy eres de otro y aunque me muera en el abismo debo decir que me alegra saber que por fin eres feliz.