José Adolfo Fernando

UVAS

 

Me levanté con el alma a borbotones
miré la mar tan azul, evoqué tu existencia
ofreciendo a mis labios
un gajo de uva engarzado en tus labios,
labios de dulzura
que me desesperaron
al punto de cerrar mis ojos

Tu piel estaba suave de damasco a punto
o de durazno recién cogido
en resumen amada 
fuiste un cesto de frutas de todos
los aromas, de tanta dulzura
hasta con limas y pomelos
que se vistieron de sabores
aquéllos que solo tu y yo
pudimos gustar y paladear

Esas uvas me las diste grano a grano,
verdecillas, amarillas de sol
y las morenas de noche hirviendo
y así llegamos al final de la cesta
dándonos aquel tierno beso
que se hizo eterno!

(Jafsc,Port-Daniel, 20 de mayo 2017)