Linos negros y radiantes,
rebosan sobre sus suaves mejillas
y cubren esos ojos tristes, melancólicos,
hoy no lloran,
solo juegan con la tristeza.
Dulces linos negros,
tenerlos junto a mi cabellera,
¡Oh! bendición eterna.
Dulces linos negros,
envidia de cualquier dama,
tu naturalidad es intensa
al dejar tu tristeza en la cama.