Por Alberto JIMÉNEZ URE
Aun cuando cofradías
De militares corrompidos
De «puercas armadas contra nacionales»
Ordenasen matar a pueblos hambreados,
Vejándolos primero para exterminarlos de rodillas
Por ejercer su derecho humano a protestar,
Ellas no deberían obedecer esas canalladas:
No serán vistas, sin dudas, como desertoras
Ante quienes sobrevivan a las matanzas.
Amigas o varones «soldados»:
El vulgo durará más que los sociópatas
Cómodamente instalados en búnkeres
Desde los cuales (cobardemente) les ordenan
Hacer el «trabajo sucio» por ellos, incriminándolos.
Los genocidas nunca actúan
En nombre de ninguna autoridad legítima
Conferida por mayorías de ciudadanos,
Previo Sufragio Secreto/Universal.
Conforme al Estado de Justicia Inmutable,
Nadie nace para ser sometido a las penurias
Propias de execrables experimentos contraculturales
Que sólo a enemigos de la Humanidad place consumar.