Ligera como el viento, eterna como el tiempo, bailando va al ritmo de las olas del mar,
sumergida en mi memoria, allí la encuentro a todas horas, que misterio
ocultan sus ojos y cuanto amor hay en su corazón, ella para mí
lo es todo, mi motivo y mi razón.
De lejos, oh! de lejos, la observo reír, la veo y me ve, me sonrió con ella
también, tímidamente me acerco, quisiera acercarme más pero no puedo
que encantadora y preciosa, a su lado suelo estar calmado
quizás por ello no quiero alejarme de su lado.