Ninguna fueron horas malgastadas
si siempre caminé, por si estuvieras...
Incluso las presentes, si pudieras
volver con flores rojas renovadas.
¡Están los ruiseñores, ya los vieras
beber el agua clara de la fuente!
Antojan gemas suaves del torrente
sembradas de diamantes, si existieras...
Rencores de tristura en el presente
escondo tras mi llanto en el olvido.
Suturan mis heridas, el sonido
de pasos tan perdidos con la gente.
Decirte de las aves sin sentido...
¡Mentirme tormentosa, si has partido!
Amalia Lateano