La llama baila en los vidrios,
va derritiendo nostalgias,
y vos ponés en la mesa
un lápiz y tu mirada,
vas buscando dentro tuyo
y llegás a otra galaxia.
El viento baila en las hojas,
la penumbra nos engaña,
me regalás un espacio
y te escribo unas palabras,
y nuestros labios se rozan,
y nuestras manos se abrazan.
Una copa se hace trizas,
el vino que se derrama,
sobre ese papel desierto
estás dibujando caras,
y yo te entrego mi piel
para que dejés tu marca