Llega la noche en sus silencios de la pampa profunda.
La noche se hunde en su propia noche. Insomnio fatal.
Allí en el horizonte en donde las letras caen de los renglones y no pueden formar un triste poema.
Y ese poema, sin letras, se convierte en un poema infinito.
Las letras caen en el lecho de tu vientre. Y yo caigo con ellas