La ausencia
como esos atardeceres brumosos
llevan la extrañeza de lo amado.
Mientras miro el paisaje, sumido en recuerdos
te acercas a mi lado, tomando el brazo
como si aferrases la pertenencia de la vida.
Sin palabras
cuando
una eternidad de agónicos fuegos
se fugan
en el horizonte
………..
tus cabellos y su fragancia
se adueñan de mi
haciendo que todo se haga difuso, tenue y oscuro.
Las brisas del anochecer incitan el abrazo
y un intento de beso
que descubre, mis propias lágrimas
mientras el corazón, se achica al infinito.
Tu recuerdo se aleja, quedando solo
anochecido de ausencias.