Me dejo una letra y unos sentimientos ilegibles
indiferencia indetenible y etanol de combustible,
miedo irracional a relacionarme
repulsión al sexo casual
membresía de platino a la barra del bar e
imposibilidad de hacer contacto visual
con alguien que me pueda gustar,
como escudo a sus destrozos: una memoria menguante
un pentagrama confundido,
un corazón de metal y una voluntad de papel crepe.
Ilusiones efímeras con imposibles seleccionados con cautela
para que nunca llegasen a rozar mis telas.
Alerta de sismo a la disminución de distancia entre su cuerpo y el mío,
como si Godzilla amenazara con destruir mi caserío.
Unas ganas locas de planificar su funeral y
un doctorado en echarle de más.