Hoy hemos disfrutado los dos, al adentrar mi nave en la negra bahía de tu cuerpo, cruce la blanca pradera de tu vientre, subí por las cordilleras de encajes negros que cubrían tus blancos senos.
Tome un respiro con el frescor que salía de tu boca, la luz que desprendían tus ojos iluminaba tus rosas mejillas, puse mi cara con la tuya sentía como tus cabellos me acariciaba, entre abrazos y besos nuestros cuerpos se cruzaban sintiendo el calor de tus blancas piernas sobre las mías.
Cuando te acariciaba tu espalda pasando las yemas de mis dedos tu cuerpo se agitaba con ritmo como si tocara las cuerdas de una guitarra, los dos vibrábamos al compás de nuestra pasión, con la alegría de tu cara el brillo de tus ojos y nuestras caricias, el amor jamás se terminaría.
Pintura de Nicole Anne Chew-Helbig
© José Cascales Muñoz
Reservado todos los derechos.
1 de Enero 2017