(Peralta 01).

SEÑORA BONITA.

¡Mía! como la luna bajo la noche callada,

¡Mía! como la lluvia que se desliza por mi ventana,

¡Mía! como la estrella taciturna que suspira conmigo

cuando llega la alborada.

 

Usted ya es mía desde lejos;

allá entre sombras y protegidos por el viento,

allá donde nadie puede vernos;

donde sus manos y las mías danzan

al ritmo de un cálido y apasionado beso.

 

Su nombre despierta en mí al poeta,

aquel poeta errante que un día se fue lejos.

Su nombre huele a paz, huele a miel…

huele a pétalos de rosa traídos desde lejos.

 

Yo la veo por las noches caminando

misteriosa y sigilosa entre mis sueños.

Como niño jugueteando en su mirada me entretengo,

y en lo dulce de sus labios como ido yo… ¡Me pierdo!

 

¡Mía! aunque siempre estemos lejos,

¡mía! porque ambos lo deseamos a pesar del mundo entero.

¡Suyo! si me quiere acariciándola en sus sueños,

suyo, a pesar de la distancia que separa nuestros cuerpos,

soy suyo si me acepta como su mayor secreto.

 

Pero… ¡usted perdone! mi osadía y atrevimiento,

es solo que me despierta feroces sentimientos,

y para no ofenderla se esfuman, se van, huyen hacia

donde nadie jamás ha vuelto,

y al final, todo se resume en su mirada, su sonrisa y

el deseo de verla feliz haciendo realidad

sus más hermosos sueños.

 

Señora bonita:

que sus labios siempre sonrían a pesar de los obstáculos, 

y al fragor de mil batallas su fe en Dios sea constante;

guerrera incansable, madre, hija, esposa;

mujer hermosa, ¡mujer triunfante!

 

Autor: Miguel Peralta López (Peralta 03).