(I)
En el triángulo
desnudado...
del crepúsculo,
el transoceánico
desvelo...
deslizábase seguro,
entre imperios
desnutridos...
de lujurias desvestidas,
mientras la anémona
incandescente
de su beso...
anudábase perfecta,
entre lagos
opalinos...
de cristalina
dulzura,
y reverdecido
orgullo.
(II)
La música de Chopin
apenas
se nos mostraba
ingrata...
de epicúreas
soledades,
a veces
desgajadas...
de ambarinas hojas
yertas
en el invierno
desbocado
y sublimado
de la duda...
entre
el desnutrido
y oscurecido
jazmín
de su presente,
y la Valldemossa
impenitente
de su beso...
(III)
Junto
a la desubicada
y mortuoria
sequía
desgastada
en el claroscuro
de la luna...
vencida ya
su cristalina
anuencia,
aún se nos
tallaba...
breve y tenue,
en la nostalgia
malquerida...
del obituario
pluriforme
y desplomado,
de su angustiada...
y desequilibrada
estrella,
entre auroras
desamortizadas...
y muchas veces
desagradecidas,
de impertinaz...
y desubicada
herida.
( IMPROMPTUS,
POLONESAS,
NOCTURNOS...
AL FIN
Y AL CABO,
DESNUDA...
Y DESCORAZONADA
AUSENCIA ).