A ti yo te quiero tanto
que los versos que te escribo
los escribo en lirios blancos.
Por ser tanto, tanto amor
en mi alma se ha despertado
una infinita pasión.
Dices vas abandonarme
porque eres mujer casada
y no quieres condenarte.
Pero es más grande condena
el saber que me deseas
y que mis besos te llenan.
En cada noche que pasas
soñando que estamos juntos
la pasión desborda tu alma.
Tú eres bella flor de azalia
que aromatiza mi lecho
llenando de luz la estancia.
El tener miedo al infierno
te privará de la gloria
de disfrutar nuestro cielo.
Deja de sentir temor
porque amarse no es pecado
si no brindar ilusión
No dejes morir el sueño
que nuestras almas abrigan
y que las llena de anhelo.
Es para mí tu cariño
como el agua p\' las plantas
que sin ella pierden brillo.
Esos miedos que te acechan
de los castigos divinos,
la alegría a tu alma niegan.
Tú no debes renunciar
a la pasión que te ofrezco
porque vas a sufrir más.
Por eso adorada mía
envía todo al demonio
que conmigo tienes vida.
Piensa en las tiernas caricias
que tu cuerpo siempre espera
y te sentirás bendita.
Deja tu ventana abierta
para llenarte de fuego
de los pies a la cabeza.
Habrá una fiesta encendida
con el ardor de tu cuerpo
y el calor de mi impudicia!
Autor: Anibal Rodriguez.