Esteban Mario Couceyro

No puedo

No quiero, no

que tus lágrimas

naufraguen mi barca.

 

Ya el sol seca

el camino

y polvo serán las pisadas.

 

No quiero, no

que tus palabras

se monten en renglones.

 

Déjame ir, sin más

no me sigas

déjame continuar el camino

deja ir mis pies.

 

El polvo los cubrirá

antes que tus brazos

los ojos

y tu boca

como anochecida sombra

me devore.

 

Entonces, mi libertad

morirá otro poco

y te seguiré amando.