Jose Luis Posa Lozano

REGARÉ CON MIS LÁGRIMAS TU LLANTO

Siempre ese miedo,
esa culpa acechando entre la niebla,
esa carga que te aniquila el alma,
que te roba el sosiego.
que te atenaza el cuerpo,

Siempre hay algo en que fallo,
algo que no alcanzo,
un detalle que escapa
y se crece y se interpone
como un muro de nada.

Tengo el alma gastada
de acariciar tus miedos,
de escarbar en tu tierra
para hacer brotar las aguas de tu risa
para devolverte la paz y la alegría,
pero de nada sirve.

A veces, hasta intuyo el estallido
de esas sordas tormentas,
corrientes de lava soterradas
que te abrasan el alma.

Y yo me desespero
y me abraso besándote los labios cual glaciares
intentando devolver la vida a tu mirada
con soplos de mi vida,
mientras el reloj retrocede a los abismos
de pasadas derrotas.