Las penas son ladrillos
que se acumulan para
formar la casa de
las desdichas humanas.
Son como las cuentas de
un rosario que pasan
entre los dedos
de las manos.
Como gotas de agua
que al juntarse
dan lugar al torrente
de un arroyo.
Como los pasos inciertos
que me llevan
por mi largo
peregrinar eterno.
Como el olvido
que causa mis desvelos,
como el querer
de mis anhelos.
Como querer alcanzar,
volando el cielo
como no ver,
estando ciego.
Pero...¡qué del mundo
sin pesáres!...
sería como no vivir,
estando muerto...