Reviviste antiguos temores
te paraste como árbol seco en medio del desierto
lleno de nada,
vacía... abatida... desventurada
Desconocí el sombrero de la mañana con agujas,
agujas que tejen las sombras,
sombras de esas que no dan aliento al viajero,
viajero que deambula en el desierto
desierto
desterrado
abolido
sordo sonoroso
serpenteante y
misterioso
corrompido y acariciado por el viento,
viento que roza tu rostro,
rostro de la rosa en tu jardín,
jardín que poseen tus manos,
manos que son de alguien más.