AGRADABLES VISITAS
Hoy tocaron a mi puerta las palabras,
venían contentas, alegres a verme ...
les dije que eran bienvenidas.
Eran tantas que tuve que abrir mis ventanas
para que pudieran entrar prontamente.
Venían alegres, como dije;
pero algunas venían tristes...
que fueron las últimas en entrar.
¡Me gustan las palabras!
Las alegres y también las tristes.
Las alegres para hacerme feliz,
haciéndome reír a carcajadas
y remedio para mi alma.
Las tristes, un mal necesario,
porque son sinceras, justas y verdaderas.
Jugué con ellas hasta más de la madrugada...
formé bellas oraciones que me dictaba el alma;
hice hermosos castillos con ellas,
cree puzzles, adivinanzas, poemas y misivas.
(¡Son fantásticas las palabras!
ellas nos permiten, con su generosidad,
conocer el mundo,
expresar todo lo que queramos en segundos ...)