La impertinencia será tu perdición
Obedecer la orden era tu condición
Pudiste continuar vivo aunque cautivo
Pero elegiste tu capricho
Te pudiste quedar
Ellos te pudieron salvar,
Pero ni por tu hija
Pudiste aguantar.
Traté de aguantar todo yo sola,
Tanta carga para solo una persona
Y lo único que te pidieron
No pudiste completar al pie de la nota
Salvé tantas vidas aquel día
Pero todas desconocidas
Y entre todas la más importante
Va vagando por su agonía.
Puede que te perdone algún día,
Por tu estupenda manía
De ayudar al que necesita
O la ausencia de tu vida.
ELENA HAKKINEN