Se eleva excelsa la voz del poeta
Teñida de fuego, canto silvestre.
¡Oh prodigio robándome el sosiego!
¡Cantilena errante húmedos desvelos!
Los muros andinos levantan vientos,
jazmines sedientos cuajados de aromas.
Pulso de Eros henchido de misterios,
fruta cruel en esta hora enmarañada.
¡Amor mío! Florece vida secreta
en medio del silencioso sur cielo,
los bosques fríos guardan deshojadas
tristezas de mi corazón. Cisne mojado.
Me apareces entre bohemias “ganas de ti”,
entonces el alma absoluta se derrama
en rocío perfumados de primavera.
Y la ardiente carne grita y se estira
y por mis piernas desciende desnuda,
sedienta tierra galopando en el fuego.
¿Es amor? tal vez, ansias de vértigos.
Está la noche grávida de estrellas
El corazón me tiembla con el cuerpo
Y el canto se disuelve en lo profundo
El alma bulle cargada de presagios.
¡Oh vida mía! has florecer rosas húmedas
y satenes dispersos por mi habitación,
que mis deseos no son menos que los tuyos.
NELLY H
27/05/17
ARGENTINA