Te regalo esta luna,
se verá bien en tu cuarto
y a las doce,
esta noche, en el que el sueño
es la laguna
que no acepta que este perro hidrofóbico se moje.
Te regalo mi ausencia
como la hamaca en que descansan
tus labios de mis besos.
Te regalo mi cuerpo,
junto a el esa impaciencia,
de querer hacerlo contigo desde lejos.
Un poeta es un gato,
enfermo y viejo, desnudo y agotado.
que inventa un triste verso, un garabato,
muy cerca de Dios, amor, durmiendo en el tejado.
El alma vaga
mientras se desmorona otra estrella
en la laguna.
Y salpica a este bendito amor que no se acaba.
Voy a gastar mis siete vidas, gata mía,
en rasguños y lamidos a tu luna.