Azucena Ibatá Bermudez

\"Deseos turbios\"


En mi sueño te veo tan concentrado escribiendo;

estás tan cómodo en tu escritorio, donde tu

destreza es admirable para mí.

Me encuentro sentada en tu ventana; observo tus

manos delicadas, me imagino lo que pueden hacer

con mi cuerpo. Te levantas con delicadeza y te

diriges a la ventana con la libreta. Suspiras tan

profundo que el aire de tus pulmones llega a mi alma.

Siento tu calor tan cerca de mí, que las mariposas

se encuentran en los caminos de mi vientre, me

toco y puedo sentir el baile de amor que ellas

producen. Escucho tu dulce voz que lee mis

pensamientos.

 

Perdona mi forma de pecar contigo, de deletrear

con saliva sobre tu cuerpo, las cinco letras de tu nombre.

Perdona mi forma de darte placer en silencio, de

acariciar tu flor sin tocarte, de hacerte mía, mujer

de los dioses, cada una de las 365 noches que

tienen mis años.

Ni Giacomo Casanova, ni el Marqués de Sade,

harían con tu cuerpo lo que yo deseo hacer entre

tus piernas.

¡Oh! Ese mar que mi lengua busca navegar, como

los versos que escribe la brisa, cada vez que rozan

las hojas de los árboles.

¡Oh mujer! Tus gemidos son emocionantes, es

como escuchar las sinfonías de Beethoven y

Sinatra.

La magia que tienen​ mis dedos, cuando te acaricio

en secreto, tu cueva de venus, es como tocar el

piano de uno de esos grandes de la música, y ¿por qué no?

Dime, que quieres tomar mi miembro, como un

saxofón de jazz. Permíteme escuchar la música de

tus labios. Mientras mi volcán hace erupción en el aire.

Autora: Ibatá
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