Esta triste la mañana
pues ha muerto mi rosal
la furia del vendaval
le ha destrozado con saña.
Tan solo ayer perfumaba
en mi preciado jardín
junto a perlado jazmín
bajo la hermosa majagua.
Horas enteras pasaba
Justo en el atardecer
apreciando con placer
su floración tan variada.
Bravía fue la tormenta
golpeo profundo en el alma
una intensa granizada
escapo de su garganta.
Hay pérdidas dolorosas
inesperadas sorpresas
que te muestran con certeza
de que seguro, no hay nada.
Extendiendo la mirada
buscaré a mi alrededor
las señales…Atención
una tormenta se acerca.