LIBRE ALBEDRÍO
Andan diciéndome
y esto lo había escuchado:
que camine derecho,
que ando ladeado.
Que mi tono de voz
no es el acostumbrado:
que lo baje entonces
para no ser censurado.
Pero este soy yo...
me defiendo a ultranza:
¡como el mejor soldado!
Sino estoy de acuerdo
seré excomulgado...
en el mejor de los casos:
¡de pronto vetado!
Pero este soy yo
y seguro lo afirmo:
dispuesto estaré
a correr cualquier riesgo...
mejor dicho: ¡siempre lo he estado!
Me estorba la yunta
y no es para mí tampoco el arado.
En una palabra:
¡perdónenme todos si soy muy osado!
me dan escozor:
los falsos tratados...
y le lineamientos me encuentro cansado.
Para terminar:
como patrimonio me basta tener...
¡mi libre albedrío!
a nadie hago daño.
Y que conste bien:
¡Dios sólo lo sabe!
¡le pido perdón por anticipado!
prefiero estar muerto:
mil cientos de veces...
¡y no encadenado!
Por eso lo digo, con todas mis fuerzas:
¡yo jamás me callo...
y hablaré templado!
JAIME IGNACIO JARAMILLO CORRALES
Condorandino.