Llegaré a tu puerta en medianoche, y a media luz de luna llena, y con ese silencio nocturno, entraré por tu ventana, como luz de una estrella.
Sellaré mis labios al verte dormida, y acariciaré los secretos de tu almohada, y abrazaré entonces con ternura tu amable rostro, para dormir a tu lado, como haz de luna enamorada.
Presentiré la luz de un nuevo día, y huiré en silencio entre la noche y madrugada, y dejaré abierta tu ventana, para que sepas que te he amado, entre un claro de luna y el silencio de la nada.
Me esfumaré y escribiré con mis pasos, cada noche una historia diferente, donde pueda contarte entre sueños y rosas, mi forma de amarte, en este mi mundo silente.
Vendré a ti nocturno, y al marcharme moriré, con el tibio humor de las mañanas, para dejar en silencio las palabras cansadas, y hurgar entre la bruma una extraña posada.
Y volveré a nacer en el silencio más nocturno, donde mi amor por ti es promesa amada, solitario, herido... y hasta cansado de todo, y muy lleno de nada.
Quiero decirte cuanto Te Amo, y desear el abrazarte, acariciar tu rostro, y sentir el aroma a cardo y jazmín en tu mirada, donde el amarte lo es todo, con luz de luna en madrugada.
Tengo miedo de dejar de ser furtivo, y desaparecer por siempre una mañana, y no volver a decirte, lo mucho que te quiero, lo mucho que mis besos te extrañan.
Quisiera una vez más, abrigarme de ti en madrugada, y morir entre tu pecho y tus brazos, en medio de la noche, y del silencio más nocturno mi dulce amada.