Te asomas como furtivo ladrón
en mis sueños, ladrón del alma y del corazón.
Te asomas en mi vida
con ansia anhelada y pasión desmedida.
Te asomas en mis cantos,
añoranzas hechas notas y salmos,
añoranzas de silencios y desenfados.
Te asomas en mis danzas
deslizándote sobre las aguas
de mis gozos y de mis esperanzas.
Te asomas cada que te pienso
con un aroma de adoración,
de meditación elevada y de incienso.
Te asomas cuando menos lo espero,
porque estás en mí para siempre…
pareciera te esforzaste con gran esmero
en dejar en mí tu huella y tu impronta,
tu presencia, tu ser feliz, tu aroma,
tu ser marcado como a hierro…
y a tu signo yo me aferro
como alma indigente y necesitada,
¡del amor, de tu amor, muy enamorada!
María Teresa Ruíz Rentería © Todos los derechos reservados.