En un rincón del crepúsculo
el viento sopla las hojas caídas...
tus ojos yacen en mi cólera
como lluvia encendida
Y te amaría... si tu Mea Culpa
tocara el infinito
Viajaría a tu tiempo
en un arpa de espejos
te atraparía en un sueño
Te buscaría donde las gaviotas emprenden su vuelo
en esta sed que provocas.