Catelgood

Habrás oído de mí...

Habrás oído de mí...
Que malgasto miradas al cielo
Cuando hay tanto piso para deambular
Que pretendo encontrar la belleza
Entre las simplezas que suelo rumiar
Y que pongo en recuento de daños
Los besos prohibidos que tienen mis años

 

Habrás oído de mí…
Que me río sin motivo alguno
Y que hablo a solas, queriendo entender
Que me da por sembrar ilusiones
Cuando más se necesita para comer
Y que paso encontrando perversos
Modelos de guiños y besos traviesos

 

Pero nunca escucharás de mí…
Que me bebo entero los puros secretos
De un beso de fuego, radiante, discreto
Que pone en su sitio dramas e ilusiones
Y deja mis horas llenas de canciones…

 

Habrás oído de mí…
Que enloquezco a menudo de risa
Cuando los motivos parecen ir mal
Que me siento en la mesa con esos
Que siempre te piden y que nunca dan
Pero es cuando me siento poeta
Y tengo atraganto de media receta

 

Pero nunca escucharás de mí…
Que aunque sea que parezca un necio
Me siento dichoso sin ponerle precio
Al cantillo que a solas murmullo…
Que va repitiendo “tú mía y yo tuyo”…

Eso explica mi locura...

 

Catelgood