Mis labios figuran mejor en tu piel
eso me susurran tus poros.
Mis labios se anidan en tu ser
tu respiración es mi coro.
Mis brazos te atan a mi
nuestra fusión ahuyenta demonios.
Mis brazos tejen contigo
un panorama que brilla más que el oro.
unidos
fusionados
el uno con el otro
en medio del ritual de la caricia
coqueteando con la entrega
haciendo que comulgue nuestra vida
mediante almas y cuerpos.
y una verdad se aferra...
¡Dios existe!
¡y es posible palparlo aquí en la tierra!