Cuando me das esos besos
dulzones como la uvas
tu boca se me hace verso
y tu cuerpo poesía
y bebo un vino de espuma
del río de tu saliva.
Cuando me entregas abrazos
de delicado alelí
creo ser solo un pedazo
de carne entumecida
que tiene tensa la vida
porque se muere por ti.
Y si hacemos el amor
después de besos y abrazos
y seguimos abrasados
con ansías de resplandor
toco el cielo enrededor
de besos enamorados.
¡Tanto encanto dicha mía!
de tus pies a tu cabeza
¡cuánto te amo princesa!
de renovada alegría
que anhelo apagarme un día
a la luz de tu belleza.