Cuando en tu huerto florecían los nardos
Y estiraban sus brazos al cielo
Yo te esperaba contrito
En los atardeceres de aquellos eneros y marzos
Cuando en los estertores de la tarde
Tu recuerdo me mimaba
Haciéndome guiños imaginarios
Te amaba sin miedos, sin temores
Te amaba en el cántico de las madreselvas
En la melodía del aroma de las flores
En la estrechas calles de mi existencia
En las noches persiguiendo a la coqueta Luna
Te amaba en los desquiciados leños
Quemándose en la hoguera del olvido
En los suspiros de broncas cadenas
Que atormentaban mis ilusiones.
Te amaba en las sempiternas noches de plenilunio
En los quejidos de las tardes playeras
En las sonrisas de los amaneceres
Te amaba…. como te amo hoy.
Lima 31 de mayo del 2017.