Dichosa cosecha de tu lomo aburrido, sueltas las herramientas,
Te hundes en la tierra para contemplar la noche estrellada.
Quizás sirva de algo el oro para uno, la vida para uno,
La masturbación constante de las mismas ideas girando en falso
En la lata oxidada de tus pensamientos.
¿Qué victoria se consuma individual?
Antes o después, a cualquier punto se llega,
La rueda nos gira y nos desnuda para seguir bailando.
Tú te has fugado apresurando el paso en la lobregura,
Te has detenido sólo para que el diablo te lleve,
Has recogido tus trapos antes de que mi angustia
Dejase su rocío de esquirlas contra tus mejillas.
Límpiate del cristal, no guardes recuerdos,
Déjate empapar por la llovizna hasta expulsarme del todo.
He sido tu pesadilla, el grito silente que jamás has querido oír,
La mano que inquiría el pan que no te sobraba
Pero al entregarlo, ambos hubiésemos vivido.
Toma la pala y termina el trabajo que has empezado,
Aún no es hora de acostarse a contar luceros.
Arriba tanta humedad, a seguir tambaleándose sola,
Que mis labios se han sellado con la cal de los muertos.
-raya y punto.