UN AÑO MAS
Hoy escuche tu nombre.
Resonaba en todos lados.
En un hijo, una madre,
en mis hermanos.
Pensé… ¡te habías perdido!
Recordé… ¡ya no estás conmigo!
Me puse a caminar los recuerdos
y comenzaron a aflorar miles de ellos.
Aromas a tostadas,
pan casero, mermeladas.
A rosarios de madrugada,
al alba siempre despertabas,
mientras el pan se calentaba
tus brazos en la mesa apoyabas
y en ese rezo suspirabas
porque Dios un día más te regalaba,
de un vida que engalana
tus canas, tu sonrisa
y ese beso que me dabas,
más que un beso era brisa
que alegraba mis mañanas.
Hoy te busco en los recuerdos,
en un cuadro, la mecedora;
en ese viejo sillón hamaca
donde mamadera tocaba a toda hora
y a muchos nos dormitaba.
Algo tenía ese sillón
dormíamos de un tirón
en tus brazos mansamente,
porque sabiamente
cantabas el arrorró
y en un sopor entraba yo,
soñaba tranquilamente
porque siempre tuviste ese amor
que repartiste entre tu gente,
sin prisa y con calor.
A veces te hacías chiquitita
y le susurrabas a una estampita
cuando en las malas la cosa era peor
nunca te falto el fervor
ni el agua bendita
rezarle a la virgencita
esa fe infinita
que montañas movía
si hay algo en esta vida
es que debo agradecerte
lo que me enseñaste cada día
jamás podre devolverte.
Nadie estará en tus zapatos,
jamás tu rol será igualado,
a la sombra he quedado
y al amparo de tus ojos
que por años me han cuidado
quiero poderte recordar…
me cuesta no llorar
hace mucho no estas a mi lado.
Necesito me arropes como antaño,
poneme la frazada escocesa,
me siento un extraño
necesito sentir tus años
de ausencia sobre mi cabeza.
Tus manos son un paño
un bálsamo, un diapasón
que hace sonar este corazón
que extraña tu partida.
Han pasado 18 años
en que te fuiste aquel día
de otoño invernal
¿Cómo sería nuestra vida
si hoy estuvieras acá?
Te recuerdo en mi mente
mujer de ojos azules
mirada transparente,
te pido hoy modules
mi nombre una vez mas
y ver en un espejo
tu blanca cabellera, tu reflejo.
Vení acércate mamá
dame un mate nomas
la bendición un abrazo,
decime cuánto me amas,
el tiempo es nuestro lazo,
que nadie romperá jamás.
Llauradó Sebastián Ignacio