La Rosa se enamoró de imperfectos sentimientos
idealizó un sueño conforme a perfectas mentiras
en vano se abrazó con cada estación a su Ruiseñor
ilusionada con entregarle su aroma en cada puesta de sol.
Pronto despertó entre los vestigios de una triste quimera
en las nubes grises de ilusiones huérfanas de realismo
con retazos insuficientes para formar su ideada historia
con pétalos a la intemperie de las brisas de aquel otoño.
Su Ruiseñor artífice experto en formar ilusiones
con esencia de vuelo inquieto y de breves estancias
su fin posarse de rosa en rosa buscando néctar
dejando tristeza al levantar su vuelo.
Ruiseñor con la brevedad de una sola primavera
dejando pétalos marchitos en seductores cantos
vuela que te esperan los rosales de otras primaveras
vuela que tu naturaleza siempre será embriagarte,
de la esencia y la ilusión de cada Rosa.