Arnoldo Bermúdez

Posset Esse

Buscando el tesoro he perdido mucho,

perlas, esmeraldas, rubíes y diamantes.

Me lo han dicho tanto pero nunca escucho:

Pero mira: ¡Eran piedras tan brillantes!

 

Y jugué con una y  le gustaba,

Y  alegré a varias sin engaño,

Mas no sabía el gran daño,

Que poco a poco les causaba.

 

Todas eran mías solamente ,

flores de un lindo bouquet,  

platos del más fino gourmet,

y yo: “Ninguna es suficiente”.

 

Bien recuerdo a la primera,

la dulce niña  piel de miel  

¡Qué no daría si volviera!

Pasado, ¡Por Qué eres tan cruel!

 

Y así fue llegando la segunda,  

fuerte dama pura de acero.

Y yo siendo tan mal caballero,

dejándole la herida más profunda.

  

Luego la tercera,  la inocente,

poco cuerda y también demente,

Ella  sabía a lo que se metía,

Y  aún así  me sueña día a día.

 

La cuarta, la quinta y la sexta,

y todas las que no logré mencionar,

¡Todas!¡Incluso si hay decimosexta!

¡Les juro que no las dejo de pensar!

 

¿Qué sería de mi vida con alguna?

En el pasado yace mi  realidad,

Por desgracia ninguna mi fortuna,

Por desgracia ninguna mi felicidad.

 

Hoy está bien que agonice,

Pues les tengo que contar:

¡Me han hecho lo que yo les hice!

El Karma ya ha tomado su lugar.

 

Así les pido mil disculpas,

Y les juro digo la verdad,

Ya que grandes son mis culpas

Y mucho más mi soledad.