Mallez

A ti

 


Soñadora en las noches en que se inquietan
los taciturnos murmuradores aquellos
que escondidos y en silencio se despiertan
como al alba los hacen tus ojos bellos.

Cuando despides el sueño en que se esboza
tu descanso y el vigor de tu alegría,
mientras que allá sobre una flor ya se posa
un par de insectos con singular osadía.

Tan llena de inquietudes y de juventud
como son las crepusculares estrellas.
Dime, mujer, y cuéntame con prontitud:
¿Qué hay en todos tus sueños cuando sueñas?