Era niño, y lo recuerdo con mucho cariño
el domingo, ese día especial de la semana
donde hasta el sol lucia con mas intensidad
tenia algo distinto, difícil de explicar
la mañana era toda azul, no estaba nublado
se respiraba aire de fiesta, en el corazón
la gente, reía y cantaba, era fiesta popular
y la gente salía a dar paseos, por la calle principal
el único día que mi padre estaba en casa
todo el día, en medío semana tocaba trabajar
y era feliz disfrutando de su companía
que sencillo era todo, y era poco lo que había
se salía a pasear por el parque, por la plaza
y al final se iba, a tomar unos \" chatos \"
a una pequeña tabernílla, en la esquina del cine
\"la tabernílla \" era pequeña, sencilla,una mesa
redonda, grande y cuatro sillas. un mostrador
para tres personas, y el tabernero detrás
no cabía nada mas, una vieja estantería
con dos botellas nada mas, medio vacías
\"el chato \" era un vaso alto y pequeño
con dos dedos de culo, así que el vino, no \" cundía \"
pero era barato, sino no se podía, era un lujo
el vino era de garrafa, a granel, tenia de todo
menos uva, a mi mi padre me daba los cuatro
garbanzos tostados, que ponían de aperitivo
de ahí a casa a comer, ese día se comía mas tarde
las tardes eran para la siesta, y levantarse y irse al cine
mi padre me daba ocho pesetas y una para pipa
vestido de domingo, ropa limpia, y al cine
había tres cines,la época dorada, tres películas
mirábamos la cartelera y a la que nos parecía mejor
del oeste, casí seguro, bueno no había otra cosa
recuerdo los domíngos aquellos con mucho cariño
eran tiempos que hicieron historia, los miro
y los guardo, en un rincón de mi memoría...