Triste fue tu partida mi corazón se ha marchitado desde aquella despedida. Quisiera abrazarte, te busco, más no te encuentro. Pero siempre te adentras en mis sueños. ¿Sólo Dios me da la fuerza para a mi alma consolar? Extraño ese amor incalculable, pero lo que más extraño es ver tu sonrisa que llenaba mi vida de felicidad. Esperaré paciente porque sé que algún día nos volveremos a encontrar. Y entonces será para siempre que a tu lado voy a estar. Porque ni siquiera la muerte nos podrá separar. Pero mientras, guía mis pasos ilumina mi soledad, enséñame el camino para hacia ti llegar.