Franky De Varona

TE EXTRAÑO

 

Te extraño tanto que a veces confundo el olvido con un lento paréntesis

Extraño aquella cama ancha de resbaladizos encuentros

La lluvia callada de un 6 de enero

Los eróticos juegos donde derramábamos nuestro vino
de miel y fuego
Entre los pies ceñidos de presagios

Te extraño como el oro a sus quilates dilatados
por el fuego fatuo de un recuerdo

Como la abeja que olvidó su aguijón en alguna piel
El ermitaño que se convirtió en asceta a su cueva

Te extraño porque es la moda del corazón hacerlo
y me lo piden los latidos desnudos de tus piernas

Te extraño como la cordillera
a las nieves derretidas
por el descuido de un sol
que no se resigna
a perder su luna nueva

Te extraño como las gotas de aire
a una catarata azul en la sierra
Entre los agujeros de la lluvia que no amaina en agosto

En las dosis de sexo después del cine Tower,
en el deseo de unos labios despintados por la lujuria

Te extraño por si las dudas
en la cólera de un desenfreno

En las distancias acumuladas
entre dos besos

Entre las arpas del remolino negro
de un adiós

Te extraño y no debería hacerlo
porque mientras
mis manos sangran
en las arterias de una rosa
¡ y te extraño!
tu ya tienes otro destino.