RACSON_ANCIAS II
La arboleda
pinta de verde vivo
las soledades.
Lid volcánica
desperezado llanto
de la montaña.
Las luciérnagas
inundan sendos mundos
con su suave luz.
Gotas de lluvia
melodías incrustadas
para la tierra.
Érase una vez…
Un hombre con su crema de afeitar y su barba en la otra orilla de la montaña; sus ojos puestos en el diario vespertino y las manos extendidas para abrazar las hojas caídas de los altos amores.
Una mujer con un beso calcado en la suave brisa de su piel y el viejo recuerdo, almanaques enmohecidos que giraban y giraban cual manecillas de reloj.
Ella decía: “Oh viejo amor, en el ardor de mi piel hay partituras salpicadas con gotas de olvido”.
Ellos, el hombre y la mujer, besaron sus minúsculas bocas y hubo un frenesí de orgásmicas constelaciones color púrpura.
!Esto es un caos¡- Dijo el poeta - Y su libro se cerró para siempre en una explosión de inusuales utopías…
¿Me quieres?
Me quieres un barquito sin velas
Me quieres tus lluvias de abril
Me quiere tu inusual primavera.
Me quieres invierno sin mí
¿Me quieres? ¿Me preguntas a mí?
Y yo te respondo
Solo,
sólo te quiero a ti.
Racsonando ando