Te llevo a la hermosa playa mi niña,
Mientras tomas de una dulce piña,
Mientras el agua del mar,
Toma tu reflejo y no lo perderá.
Caminamos de la mano todo el día,
Recorriendo mientras nos besamos la bahía,
Y el viento mece las palmeras,
Con un vaivén mostrando que son ligeras.
Mientras juega con sus olas el mar,
Mojando nuestros pies el agua terrenal,
Por un momento el viento cesó,
Porque del mar, con un beso se despidió el sol.
Tú y yo estamos de amor llenos,
Nos besamos en el momento calmado y sereno,
Se apodera la noche hora tras hora,
Del idilio del momento que lo ilumina la aurora.
Beso tu bella boquita hermosa y tierna,
La noche a su oscuridad nos interna,
Las estrellan brillan impacientes,
Por ver nuestro bello amor solamente.
“Renace nuevamente nuestra historia, donde nos rodea Dios con su gloria, a este amor que se ha realizado, que se ha cumplido, en nuestro amoroso nido.”