En la fantasía de un niño
Todos los ríos son iguales,
más que de amor sabe de cariño,
y los ríos son tan sensibles como animales.
Asombroso es que en estas aguas tranquilas,
escondidas entre las adélfas y el romero,
después de caminar por el sinuoso sendero,
te sorprendan con brillo plateado las anguilas.
El niño soñador inventa paisajes,
un montón de arena es un desierto,
y la hierba tras la lluvia es una selva.
El niño explorador inventa viajes,
fantásticos que le parecen ciertos,
cuando sea viejo, ojalá a ellos vuelva.