es tu cuerpo desvordante el cual ahoga mi pena, son los labios de tu boca intrépida que aniquilan mi demente locura.
son tus ojos el lecho de los gemidos que dan placer a mis oídos.
cuando lentamente mi miembro sacude tu piel y mi lengua la moja en un extasis enbatico.
tu boca es la perdicion total de mi destino, tu voz es la avaricia quemantica de este deseo sanguinal.
cuando la pasión de nuestros cuerpos encienden los gemidos y las ansias de devorarnos de igual a igual cuando tus caricias desatan la agonía de mis latidos y lo desvelan a una cúspide de verdades y mentiras sin razon.
ya mis ganas no contienen este abismal calor, quiero perderme en el ocaso de tu mirada y hacerte el amor contigo hasta ahogarme en la prisión caótica de la noche.