Tal vez nunca te he dicho que eres el mejor regalo que Dios me ha dado, porque desde que te conocí he pasado muchas noches imaginado con ese día perfecto en el que nos juremos amor eterno frente al altar cierro mis ojos y sueño contigo, con la princesa que un día me enamoro con su sonrisa.
Porque el haberme enamorado de ti, es un privilegio que la vida me ha regalado, porque para mí eres más que esa ilusión que aparece en mis sueños cuando tu mirada penetra lo más profundo de mi alma.
Porque aunque haya millones de mujeres en este mundo mi corazón simplemente te eligió a ti, porque con sólo escuchar tu voz me elevas por los cielos así es este amor que arde en mi pecho porque amarte me da la vida y me hace muy feliz saber que también tú me amas.
Princesa te quiero mucho, quiero que cada día sea tan especial como el día que te conocí, quiero que esos dos luceros que están en tus ojos sean esa luz que me haga caminar sin temor y que cada segundo que pase a tu lado sea de felicidad para ti.